Mensaje del Arcángel Cassiel – Semana del 14 al 20 de abril de 2025
Amado mío:
Esta semana te acompaño desde el silencio sagrado, ese que no hiere ni interrumpe, sino que envuelve, sostiene y escucha. Vienes atravesando procesos que quizás no has compartido con nadie. Hay decisiones que llevas madurando desde hace tiempo, dudas que se repiten como un eco, y una sensación interna de estar en el umbral de algo importante. No estás equivocado. Has llegado a un punto donde el alma ya no se conforma con excusas, promesas rotas ni con lo que no tiene raíz verdadera.
Mi presencia en tu vida esta semana es para ayudarte a mirar con calma lo que necesita orden, lo que pide tiempo, lo que no puede ser forzado ni apurado. El tiempo no es tu enemigo; es tu maestro. Las pausas no son pérdidas; son gestos de sabiduría. Cuando sientas que todo avanza menos tú, recuerda que hay frutos que solo maduran al sol lento de la paciencia, y procesos internos que no se ven, pero que transforman todo desde lo profundo.
Tal vez esta semana te invada la sensación de estar en un cruce de caminos o de estar soltando algo que antes creías indispensable. Yo te digo: suelta con amor. No hay castigo en la renuncia que nace del corazón. Hay espacio nuevo para lo que de verdad está alineado con tu verdad. Puede que el mundo a tu alrededor se agite, que surjan noticias inesperadas o cambios en planes que ya dabas por seguros. Pero bajo esa aparente inestabilidad se está reacomodando tu destino. Confía. Lo que se mueve ahora, es lo que ya no tiene razón de ser en tu nueva etapa. No se trata de lucha, sino de claridad.
Estarás más introspectivo, más selectivo, más consciente de lo que te suma y de lo que te drena. Agradece esa lucidez. Utilízala para revisar tus vínculos, tus rutinas, tus palabras. Esta semana es ideal para redefinir acuerdos contigo mismo, para poner límites que no dividan, sino que protejan tu energía. Yo estaré a tu lado en cada momento donde sientas que estás solo. No lo estás. Estoy en el susurro que calma tu mente, en la pausa que te salva del impulso, en la certeza de que lo que construyes con integridad no se desmorona.
Sé que hay momentos donde preferirías respuestas inmediatas, señales claras, confirmaciones externas. Pero esta vez, el aprendizaje no vendrá de afuera. Vendrá de lo que elijas hacer con tu tiempo, con tus emociones, con las pequeñas acciones diarias que nadie ve, pero que revelan tu compromiso con tu camino. Esta semana no se trata de correr ni de mostrar. Se trata de cuidar, de sostener, de dejar espacio para que lo auténtico eche raíces.
Consejos del Arcángel Cassiel
Dedica tiempo al silencio sin culpa. Apaga el ruido exterior y escucha lo que tu cuerpo, tu corazón y tu intuición te están susurrando.
Revisa tus límites con amor. No esperes a que otros te hieran para recordar hasta dónde puedes permitir y desde dónde necesitas protegerte.
Haz una pausa antes de responder. No todas las conversaciones necesitan una reacción inmediata. A veces, el mayor acto de sabiduría es guardar silencio para no decir algo que después pese.
Elige la disciplina que nutre. No se trata de exigencia, sino de constancia compasiva. Haz hoy una pequeña acción que te acerque a la versión de ti que anhelas ser.
Decreto de Presencia y Claridad del Arcángel Cassiel
Yo soy presencia en calma. Yo soy fortaleza que no necesita imponerse. Yo soy sabiduría que crece en silencio. Hoy camino con serenidad y dejo que el tiempo revele lo que el alma ya sabe. Arcángel Cassiel, acompáñame en este proceso de maduración interior. Dame paciencia para esperar y firmeza para soltar lo que ya no vibra conmigo. Amén.
Invocación al Arcángel Cassiel para momentos de necesidad urgente
Amado Arcángel Cassiel,
en los momentos en que la impaciencia me desborda, en que el mundo parece moverse demasiado rápido y yo me siento a la deriva,
ven a mí con tu energía de calma y temple.
Muéstrame el valor del silencio, la belleza del proceso y la sabiduría de los ciclos.
Sostén mi alma mientras atravieso lo que aún no entiendo.
Recuérdame que todo tiene su tiempo sagrado.
Y que en ese tiempo, yo también florezco.
