Oración de la mañana
Amado Dios, en este nuevo día elevo mi corazón a Ti con gratitud y fe. Hoy me despierto con la certeza de que Tu luz me guía, que Tu amor me sostiene y que en cada paso que doy estás a mi lado. No importa cuáles sean los desafíos que el día presente, porque confío en que todo está en Tus manos y que en Ti encuentro fortaleza, paz y dirección.
Arcángel Miguel, guerrero de la luz, protector divino, hoy te invoco con humildad y devoción. Coloca tu espada celestial delante de mí, cortando con su filo toda sombra de miedo, duda o incertidumbre. Rodéame con tu manto azul de protección y guíame con tu sabiduría, para que cada decisión que tome esté alineada con la verdad y el amor divino. No permitas que nada ni nadie apague la fe en mi corazón ni debilite mi confianza en el bien.
Señor, dame la claridad para ver con ojos de amor y comprensión todo lo que acontece en mi vida. Que mi mente no se turbe por las preocupaciones ni se deje llevar por la impaciencia. Enséñame a confiar en que todo ocurre en el tiempo perfecto y que cada experiencia trae consigo una enseñanza sagrada.
Hoy me dispongo a caminar con valentía, a soltar aquello que no me permite avanzar y a recibir con gratitud todas las bendiciones que tienes preparadas para mí. Sé que mi camino está protegido, que mi alma está resguardada y que, con cada respiración, me acerco más a la plenitud que Tú has diseñado para mi vida.
Arcángel Miguel, intercede por mí en este día. Ayúdame a mantenerme firme en mi fe, a no dejarme arrastrar por la desesperanza ni el temor. Que mi espíritu se fortalezca con la certeza de que el amor divino es mi mayor escudo y que nada puede desviarme del propósito que Dios ha trazado para mí.
En los momentos de dificultad, cuando las dudas quieran invadir mi corazón, recuérdame que soy más fuerte de lo que creo, que Tu luz me acompaña y que nunca estoy solo. Hoy elijo entregarme a la voluntad de Dios, confiando en que todo lo que sucede es para mi mayor bien.
Amén.
Esta oración ha sido elevada con amor y fe para comenzar el día con protección, claridad y fortaleza. En momentos de incertidumbre, cuando sientas que las preocupaciones pesan sobre ti, recítala con devoción y permite que la paz divina inunde tu corazón.
Guárdala en tu libro de oraciones o en tus favoritos para recurrir a ella siempre que lo necesites. Compártela con tus seres queridos para que ellos también reciban la bendición de este mensaje.
Un abrazo de luz para ti.
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